Desde el Carmelo a Sevilla
llegaste al embarcadero
a bordo de tu barquilla
sobre un río marinero.
Presentió tu voz la historia
¡Oh celestial medianera!
Y pregonó por la gloria
que llegaste la primera.
Y del ayer legendario
en tu hogar de humilde techo
dejaste el escapulario
prendido sobre mi pecho.
Estribillo:
Salve, Madre del Carmelo,
que tu mar se haga vereda
hasta llegar a ese cielo
que dejaste en la Alameda.
La letra es de Antonio Muñoz Maestre. Me encantaría saber quién le puso música. Se te mete en el alma:
... "Que tu mar se haga vereda... Hasta llegar a ese cielo que dejaste en la Alameda"...
Hoy le he pedido tierra a la Virgen del Carmen. Tierra... Su tierra.
Dicen que a los carmelitas, para bien morir, hay que ponerles un puñado de tierra rozándoles los pies o echar su cuerpo al suelo.
Para bien vivir, esta pastoreña necesita hoy sentir bajo sus pies un puñado de tierra. Un puñado de tierra de entre San Lorenzo y la Alameda. Y que mi cuerpo se halle en su ser, integrado con un paisaje al que, sin razón conocida, sabe que pertenece.
Estoy desvelada. Me siento como pez fuera del agua, respirando a duras penas y a punto de soltar el hilo, no sé aún si el de la caña o el de la vida. Llevadme a la mar... dijo una vez un poeta.
Llevadme, ensueños, a la tierra. A mi tierra, Carmen, a tu tierra, a la mía.
¡¡¡TIERRA!!!.
La música es del compositor Juan Antonio Cuevas, autor de numerosas coplas dedicadas a hermandades, y también de marchas procesionales, como por ejemplo "Cristo de la Sed".
ResponderEliminarCreo que esta Hermandad tiene una joya como copla, tanto en música como en letra