Hoy la he visto. No la buscaba, pero se vino a mis ojos. Como un niño que enseña orgulloso su juguete nuevo, parecía querer decirme ¡mira: ya tengo flores!.
Apenas tenía dos o tres ramitos. Todavía no ha brotado del todo, pero ya lucía su traje nuevo, morado... que en Mayo no es luto, y menos para las Glorias.
Dicen que la jacaranda no es de Sevilla. Que vino de las Américas para adornar la vieja Exposición del 29. Esa de la que hablaba el Pali.
No lo sé. No sé si es o no sevillana. Supongo que no. Pero ha hecho de Sevilla su segunda patria, su casa, su mejor jardín.Toda Sevilla se llena de jacarandas florecidas cada Mayo, y casi todos los Otoños. Sí, en Otoño, porque la jacaranda, por más que delicada, florece dos veces... cuando le apetece.
Y Mayo ya está a la vuelta de la esquina...
Poco a poco la más sencilla de las flores se irá abriendo paso entre las delicias florales de una Sevilla que la espera con los brazos abiertos.
Nacerá como siempre delicada, fragante, asoslayada para que los soles y los vientos de Mayo no la quemen. Siempre de soslayo. Como la esperanza, como casi todas las cosas buenas de la vida.
No hay duda: esto ya no tiene marcha atrás... la Gloria se va instalando en el alma... van aflorando anhelos, que son como las jacarandas del alma: siempre fragantes, siempre asoslayados... juguetillos delicados que tienden a florecer más de una vez. Y una va mirando por las calles, para ver cómo y cuánto están floreciendo las jacarandas... y pensando: "Mayo es cuestión de días. Ya va a estar Sevilla alfombrada de morado..." mientras que deshoja días en el calendario.
Cuando la "suya", esa que espera cada año verla entrar por la calle Guadalquivir, esté cuajada de flores será la hora de despertar. La Gloria se habrá apoderado definitivamente del alma y el País del Eterno Otoño volverá, por un día, a ser tomado por la Primavera.
Ya está floreciendo de nuevo la jacaranda, Sevilla.
Placita... qué poco queda.
(Escrito a finales de Abril de 2009)
Se me ha hecho quizá demasiado tarde. Se me ha venido Mayo encima, y ya las jacarandas están en plena floración. El día 21 de Mayo, Tercer Sábado de Mayo, como casi siempre, la Gloria de San Lorenzo saldrá a pasear por las calles del barrio desde su Convento de San Antonio, y el cielo de Sevilla la verá pasar dulce, asoslayada, como una jacaranda... como casi todas las cosas buenas de la Vida...
Corpus Christi en Sevilla. Ocho de la tarde. La calle San Vicente se ha vestido de Primavera. San Antonio es un hervidero de esa alegría de lo sencillo, esa que sólo se puede paladear a pequeños sorbos. María, la de la Placita... vestida de Pastora, sencilla, como siempre, estrenando anhelo y Primavera nueva. Albor de mantilla... La primera estrella que se alza en el cielo para decirle en silencio que en la calle Guadalquivir el día se muere por Ella. Campanas al repique desde las dos atalayas.
... Y se va, navegando, río manso, barrio abajo, en un barquito de plata y flores que sólo lleva por remos los anhelos; por vela... una bohemia rama de álamo que sueña ser rosal para acariciarle el pelo con pétalos de seda. Revuelo de herberas y rizos de pilistra.
Que el País del Eterno Otoño también tiene su Primavera. Que Mayo tiene que llegar para todo el mundo, y San Lorenzo la espera como agua de Mayo. Que Mayo no se abre en el barrio hasta que Ella sale a la calle.
Que Mayo ya se escurre por el calendario y San Lorenzo sueña...
Sueña, barrio de Otoño... Sueña primaveras dulces, serenas, asoslayadas como jacarandas. Sueña, barrio del alma, esencia del corazón de Sevilla... Sueña el Sueño más Sevillano, el de los locos bohemios, el que borra otoños en el alma...
Qué poco queda ya, Placita... Qué poco queda...
La jacaranda no tiene patria.
ResponderEliminarLa jacaranda no tiene dueño.
Que tiene la jacaranda el vaho
desparramado por cada sueño.
Ay!!!. No tendrán dueño, pero están que van a rebentar...
ResponderEliminarY yo en vez de en San Lorenzo preparándole a la Rosa Mayera más bonita del barrio el paseo que se va a dar este Sábado, en Camas preparando un examen que ni siquiera sé si voy a poder hacer, porque tengo dos bailes (uno de ellos una SEGUIRIYA con bata de cola, que tiene bemoles) que no es que no los haya visto yo, es que ni los han visto las maestras que me los tienen que enseñar... y el examen es el Viernes. Cuatro días para dos bailes completos y de los difíciles... después de todo el año para haberlos aprendido.
Sin apuntes de teoría... búscate tú la vida... Sin información de casi de nada, sin saber dónde voy a hacer el examen, sin saber la hora del examen (yo trabajo y, a diferencia de los de la Sociedad de Baile Español, que me examinan, me importa mi trabajo y mi compañía de baile y mis compañeros, y tengo que organizar el planning y avisar a mis jefes y compañeros). Y en fin... no sigo, pa qué...
Hay veces que no sé por qué narices entré yo en este ambiente tan superficial y tan gilipoyesco, que me es tan ajeno y me termina cayendo tan gordo casi siempre, y cada vez más.
Yo no sé, si es que tendré más criterio o lo que tengo es más años encima, más vejez y más chocheo, pero a mí me parece que una cosa es el topicazo de "la bohemia" y otra es esta irresponsabilidad flagrante y esta mediocridad consentida en que lidiamos en estos días.
A lo mejor soy una jartá rara y muy porculera, pero a mi manera de ver las cosas, la "bohemia", mala o buena, nace de la pasión, y de hacer lo que te pide el alma, a veces sin moderar por la razón y a lo bestia, con lo cuál... atente a las consecuencias. La irresponsabilidad a la que me refiero tiene su origen en la tibieza, que es lo contrario de la pasión, y en ni siquiera dar su lugar al alma para que decida lo que quiere hacer, la gente que la practica suele estar por encima del mundanal ruido, es decir, haga lo que haga están tan "bien agarrás" y manejan unos juegos de poder tales que la que te atienes a las consecuencias de sus malas artes eres tú, la currita de siempre.
Y ME PUEDE. Es que yo tenía que ser de otra manera... pero es que si fuera de otra manera rebentaba, mire usted... A mí es que todo esto me puede, me quita las ganas de luchar, me quita las ganas de bailar y es que ésto último más me puede todavía... que unos mamonazos de mierda que no se lo merecen hagan que mi trabajo valga CERO y me quiten las ganas de hacer lo que más amo en el mundo. Pero es que te las quitan... porque tengo la inmensa desgracia de tener sangre en las venas, ¡¡NO HORCHATA!!.
Y lo siento... pero es que las jacarandas están rebentando, San Lorenzo ya sueña con la Pastora, y yo estoy persiguiendo un espejismo en otra parte... que por principios no puedo dejar, y por finales me está quemando en el cuerpo (y en el alma)... Y de alguna manera me tengo que 'desahogá' porque si no voy a 'dá' un esplotijo, miarma... pero uno mu grande... más grande que la Catedral de Sevilla, que es mayor que la de Burgos.